Londres, 16 abr (Prensa Latina) Para homenajear hoy en el aniversario del natalicio del genio de la actuación Charles Chaplin hay que mencionar una de sus películas emblemáticas, El gran dictador, en la cual interpretó a un personaje inspirado en Adolfo Hitler.
Más allá del título de este filme, a Chaplin (16 abril 1889-25 diciembre 1977) se le puede calificar como el gran dictador, pero del corazón, porque conquistó al mundo con su histrionismo y singular forma de actuar, independiente al papel que lo marcó, sobre todo, en el cine mudo, Charlot.
Fue compositor, productor, guionista, director, escritor y editor británico y se le considera un símbolo del humorismo.
En las postrimerías de la Primera Guerra Mundial Chaplin era uno de los hombres más reconocidos de la cinematografía a nivel internacional.
Sus padres también estuvieron relacionados con el mundo del espectáculo, especialmente con el género del music-hall y él debutó con cinco años cuando reemplazó a su madre en una actuación.
Con el personaje Charlot debutó en 1914 en la película Ganándose el pan​ y durante ese año rodó 35 cortometrajes, entre ellos Todo por un paraguas, Charlot en el baile y Charlot y el fuego.
Sin embargo, los filmes más destacados de Chaplin fueron La quimera del oro (1925), Luces de la ciudad (1931), Tiempos modernos (1936) y la antes mencionada inspirada en Hitler (1940).
Las técnicas al momento de filmar incluían slapstick, mímica, pantomima y demás rutinas de comedia visual.
Desde mediados de la década de 1910 dirigió la mayoría de sus películas; en 1916 también se encargó de la producción, y desde 1918 compuso la música para sus producciones.
En 1919 Chaplin, en colaboración con Douglas Fairbanks, David Wark Griffith y Mary Pickford, fundó la United Artists.
A lo largo de su vida Chaplin recibió múltiples reconocimientos y nominaciones, como el premio Oscar Honorífico en 1928 y 1972; fue candidato al Premio Nobel de la Paz en 1948; nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico en 1975 y se le colocó una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1970.
Si bien la cantidad de producciones que realizaba para aquella época disminuyeron, filmó como sus últimos trabajos Un rey en Nueva York y La condesa de Hong Kong. Falleció en Suiza en 1977.